El Proyecto de Constitución y el estado de derecho
Ricardo Tito Atahuichi Salvatierra
Los acontecimientos suscitados en el interior del país, el Estado de sitio declarado en el Departamento de Pando, etc., resultantes de las posiciones obstinadas del Gobierno, por aprobar su "Proyecto de Constitución", y de la burguesía, por aplicar sus "Estatutos Autonómicos" regionales con el fin de constituir el Estado Oriental Neoliberal denominado "Nación Camba", muestran que la lucha por el poder se torna peligrosa para la convivencia social, la integridad territorial y la unidad del Estado nacional.
El Gobierno al infringir las leyes y la Constitución Política, en pleno Estado de derecho, atenta directamente contra la existencia del Estado liberal, razón por la que la oposición tiene el justificativo para movilizarse y aplicar su política separatista a través de una resistencia activa, audaz y organizada con el fin de constituir el Estado Oriental dividiendo al Estado boliviano. Al tratar de imponer el "Proyecto de Constitución" en el que se propone la organización del Estado "plurinacional y multiétnico", que nada tiene que ver con la conciencia social antiimperialista alcanzada y la experiencia hecha por el pueblo boliviano con la revolución de Abril, favorece a la derecha a la que dice combatir, cuando en realidad la fortalece y vigoriza. Las movilizaciones y contramovilizaciones ya produjeron enfrentamientos fatales innecesarios que no pueden ser ignorados.
Las Constituciones y leyes, por más perfectas, legítimas y legales que sean no resuelven ni resolverán los problemas, económicos, políticos y sociales que tiene la sociedad porque son de carácter estrictamente políticos y no del campo del derecho. Entonces, tratar de aprobar e imponer, a cualquier costa, el "Proyecto de Constitución"; como si de él dependiera el destino del Estado y la solución de los problemas del atraso y la pobreza es un error político porque en los hechos, ese "Proyecto" nada resuelve y más aún, provoca enfrentamientos inútiles que exacerban los regionalismos y los caracteres étnicos fascistas que distraen la atención, evitando que el pueblo discuta, se organice y participe en la forma de resolver el problema de la industrialización del gas, la diversificación de la economía, la recuperación de las empresas capitalizadas, la abrogación del DS 21.060 y otros.
Si el Gobierno se propone cambios en democracia, tiene que entender que esos cambios tienen que ser materializados en el marco legal, no hay otra forma de efectivizarlos, puesto que el respeto al orden social, a la Constitución y a la ley, en sus formalidades y contenido, son parámetros inviolables.
En el Estado de derecho, como consecuencia de la conciencia social antiimperialista alcanzada por un pueblo, un partido o un conjunto de movimientos políticos de carácter homogéneo, pueden tomar el poder democráticamente, sin necesidad de una revolución violenta (caso Cuba, China, etc.), a través de una Asamblea Constituyente Originaria porque un partido o movimiento social al tener el control pleno de una Constituyente en los hechos "toma el poder en sí y para sí en forma absoluta" puesto que al concentrar la representación de los 2/3 del total de los componentes de la Asamblea Constituyente tiene a su favor la soberanía absoluta del pueblo, que le da legitimidad y legalidad, para cambiar totalmente una Constitución y crear o refundar un Estado (caso venezolano). Hecho que no ocurrió en Bolivia, por haber sido la Asamblea Constituyente derivada.
Mientras un partido o movimiento no tome el poder democráticamente, cualquier reforma en la Constitución o el Estado tiene que ser hecha con la ayuda y participación de todas las fuerzas políticas existentes (pacto social). Una Constituyente derivada no tiene la potestad para modificar totalmente una Constitución porque todo cambio está condicionado al acuerdo que se alcance, en el seno de la Constituyente, con las otras fuerzas políticas que conforman la Asamblea.
El "Proyecto de constitución" por su carácter indigenista, en los hechos, es la causa generadora de los enfrentamientos y puede constituirse en el motivo para dividir la nación boliviana porque mientras no se respete la ley y la Constitución los representantes de "la media luna" continuarán con su propósito de dividir el Estado Nacional.
El Gobierno al infringir las leyes y la Constitución Política, en pleno Estado de derecho, atenta directamente contra la existencia del Estado liberal, razón por la que la oposición tiene el justificativo para movilizarse y aplicar su política separatista a través de una resistencia activa, audaz y organizada con el fin de constituir el Estado Oriental dividiendo al Estado boliviano. Al tratar de imponer el "Proyecto de Constitución" en el que se propone la organización del Estado "plurinacional y multiétnico", que nada tiene que ver con la conciencia social antiimperialista alcanzada y la experiencia hecha por el pueblo boliviano con la revolución de Abril, favorece a la derecha a la que dice combatir, cuando en realidad la fortalece y vigoriza. Las movilizaciones y contramovilizaciones ya produjeron enfrentamientos fatales innecesarios que no pueden ser ignorados.
Las Constituciones y leyes, por más perfectas, legítimas y legales que sean no resuelven ni resolverán los problemas, económicos, políticos y sociales que tiene la sociedad porque son de carácter estrictamente políticos y no del campo del derecho. Entonces, tratar de aprobar e imponer, a cualquier costa, el "Proyecto de Constitución"; como si de él dependiera el destino del Estado y la solución de los problemas del atraso y la pobreza es un error político porque en los hechos, ese "Proyecto" nada resuelve y más aún, provoca enfrentamientos inútiles que exacerban los regionalismos y los caracteres étnicos fascistas que distraen la atención, evitando que el pueblo discuta, se organice y participe en la forma de resolver el problema de la industrialización del gas, la diversificación de la economía, la recuperación de las empresas capitalizadas, la abrogación del DS 21.060 y otros.
Si el Gobierno se propone cambios en democracia, tiene que entender que esos cambios tienen que ser materializados en el marco legal, no hay otra forma de efectivizarlos, puesto que el respeto al orden social, a la Constitución y a la ley, en sus formalidades y contenido, son parámetros inviolables.
En el Estado de derecho, como consecuencia de la conciencia social antiimperialista alcanzada por un pueblo, un partido o un conjunto de movimientos políticos de carácter homogéneo, pueden tomar el poder democráticamente, sin necesidad de una revolución violenta (caso Cuba, China, etc.), a través de una Asamblea Constituyente Originaria porque un partido o movimiento social al tener el control pleno de una Constituyente en los hechos "toma el poder en sí y para sí en forma absoluta" puesto que al concentrar la representación de los 2/3 del total de los componentes de la Asamblea Constituyente tiene a su favor la soberanía absoluta del pueblo, que le da legitimidad y legalidad, para cambiar totalmente una Constitución y crear o refundar un Estado (caso venezolano). Hecho que no ocurrió en Bolivia, por haber sido la Asamblea Constituyente derivada.
Mientras un partido o movimiento no tome el poder democráticamente, cualquier reforma en la Constitución o el Estado tiene que ser hecha con la ayuda y participación de todas las fuerzas políticas existentes (pacto social). Una Constituyente derivada no tiene la potestad para modificar totalmente una Constitución porque todo cambio está condicionado al acuerdo que se alcance, en el seno de la Constituyente, con las otras fuerzas políticas que conforman la Asamblea.
El "Proyecto de constitución" por su carácter indigenista, en los hechos, es la causa generadora de los enfrentamientos y puede constituirse en el motivo para dividir la nación boliviana porque mientras no se respete la ley y la Constitución los representantes de "la media luna" continuarán con su propósito de dividir el Estado Nacional.
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