martes, 30 de septiembre de 2008

Musulmanes a la espera de la nueva luna


Musulmanes a la espera de la nueva luna

Al igual que en los demás países con predominio de población devota del Islam, Egipto estará semiparalizado. Foto: Xinhua

Organización Editorial Mexicana
29 de septiembre de 2008

Prensa Latina


El Cairo, Egipto.- Fatma, Bahir y Mohamed, como millones de egipcios, rindieron este lunes sus últimas horas de trabajo del mes del Ramadán expectantes al anuncio astrológico del " mufti" o erudito islámico para sumergirse en la algarabía del "Eid al-Fitr".La aparición de la Luna nueva, indicativo del final del mes de sacrificio y reafirmación de fe que supuso el ayuno musulmán, dará paso a jornadas de alborozo fraternal, rezos, suculentos banquetes y obsequios, alargadas por unirse con el fin de semana.Al igual que en los demás países con predominio de población devota del Islam, Egipto estará semiparalizado; el recién iniciado curso escolar se interrumpió, los comercios ajustan horarios, las visitas familiares son más frecuentes y las trasnochadas, interminables.Nadie pone en duda que se vive con desbordante orgullo el "Eid al-Fitr", llamado popularmente "Eid" o en otras naciones del área "Pequeño Bairam", para diferenciarlo de la gran fiesta o "Eid al-Ad ha" de finales de año."Eid" significa fiesta o felicidad y ó Fitr ó es romper el ayuno, y en estos días el saludo más habitual es "Eid Mubarak" (benditas fiestas), explica el profesor de idioma árabe Mohamed a un grupo de extranjeros admirados por la tradición en Garden City.El joven maestro disfruta ya su asueto islámico a la espera de lo que informará el mufti, quien a su vez es alertado por estudiosos de los movimientos de los astros, dada la incidencia del calendario lunar en la vida de quienes rinden pleitesía a Allah y a su profeta Mahoma.Aún pudiera restar otro día de ayuno, pues el calendario lunar es de 29 ó 30 días, y el ritual exige que se culmine con todas las de la ley el período anual de "reafirmación del espíritu sobre la carne", agregó el devoto Bahir, escéptico ante la evolución del astro.Pero mientras la Luna nueva aparece en el firmamento, el ajetreo es notorio en calles, establecimientos comerciales y, sobre todo, en hogares donde se preparan aromáticos manjares, se decora y se hacen compras previas al "Eid" , que puede durar hasta cinco días.Lo habitual, comentan a este reportero Bahir y su esposa Asmar, es que las personas vistan sus mejores ropas, de preferencia nuevas, y hagan obsequios a familiares y amigos, o se surtan de buena cantidad de víveres que entregarán como caridad a los más necesitados.No obstante, la crisis que para la mayoría se siente con saña en el alza de los precios de los alimentos constriñe deseos e imaginación, y hace que muchos sólo hallen gozo en los rezos al aire libre que por estos días se realizan en espacios públicos conocidos como "musalla".Como regla, relata Fatma, la celebración es más en el ámbito familiar que en el público, y se preparan platos como el Fata (arroz, pan y carne con salsa de tomate), pasteles dulces y los sambouseh (pequeñas tortas de harina rellenas de carnes o queso), entre otros.Los creyentes del Islam despiertan más temprano, toman un pequeño desayuno y van a las mezquitas para la plegaria especial del "Eid" a la que en algunos países también asisten las mujeres, y sigue un almuerzo colectivo en casa del miembro más viejo de la familia.Probada la fervorosa religiosidad con 29 días de abstinencia de líquidos, comida y sexo durante unas 12 horas, sin dejar de trabajar y a temperaturas de hasta 45 grados Celsius, los egipcios escudriñan en el cielo para recibir la señal del desquite con el Pequeño Bairam.
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