Philip Goldberg llegó a Bolivia en octubre de 2006.
El embajador de Estados Unidos en Bolivia, Philip Goldberg, expulsado el pasado miércoles por el presidente Evo Morales, advirtió ayer, momentos antes de dejar el país, que su salida traerá consecuencias y que bajar el nivel de las relaciones bilaterales constituye un grave error.
Advirtió que la decisión adoptada por Morales podría tener efectos serios en muchas formas, que al parecer no han sido evaluadas apropiadamente por el Gobierno boliviano.
Además, aseguró que las acusaciones en contra de su persona, contra la embajada, contra Usaid, contra su país y su pueblo, son completamente falsas e injustificadas.
“Trabajé para apoyar la democracia y el desarrollo de Bolivia, respaldando la lucha contra la pobreza y a favor de la inclusión de todos los bolivianos”, manifestó.
Enlace Relacionado
No hay comentarios:
Publicar un comentario