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La ruta incierta de la economía
- Cambiemos de tema para celebrar que el gobierno del Estado (*), tardíamente, ha hecho un reconocimiento al grupo de personas que hace años se empeñaron en dar a algunas facultades de la Universidad Veracruzana asentadas aquí, un techo, un edificio decoroso para impartir la enseñanza. En El Mundo de ayer apareció la foto de aquellos ciudadanos que de buena voluntad hicieron, mediante sorteos, lo que la UV no se encargó de realizar.
(*) Nota del editor: El reconocimiento lo otorgó la Fundación de la Universidad Veracruzana, A.C. y no el gobierno del Estado.
Rubén Calatayud
para Grandes Montañas
para Grandes Montañas
Córdoba, Ver.,
27 de septiembre, 2008
27 de septiembre, 2008
Nuestros más altos funcionarios se la pasan dando sus pronósticos sobre la crisis monetaria que flagela los Estados Unidos. En Nueva York, el presidente Calderón aseguró que el mal, si bien puede afectar a México, no será tan grave pues solo se reflejará en una reducción en la capacidad de crecimiento, pero que el país cuenta con una economía sólida.
Por su parte el secretario de Hacienda ha venido dando versiones contradictorias; a veces pinta negro nuestro futuro y luego asegura que no lo es tanto; afirmó que tendremos bajos ingresos en lo que nos mandan los mexicanos que laboran en los Estados Unidos, en las exportaciones y en el turismo. El director del Bando de México, Guillermo Ortiz, ha asegurado que no se pude prever lo que nos va a pasar (pues, digo yo, la economía es como los ciclones, que nadie sabe cómo se comportará en el futuro. La opinión del señor Ortiz es la más razonable.
Hay que esperar lo peor y tomar las debidas providencias, tales como: limitarnos en los gastos personales y familiares, comportándonos con austeridad; defender nuestro trabajo, si es que por fortuna lo tenemos y dedicarle una mayor atención a nuestras ocupaciones.
En la actualidad el uso excesivo que hacemos los mexicanos de las tarjetas de crédito nos ha causado un gran perjuicio; a los bancos también, que hoy tienen una cartera vencida muy voluminosa y algunos clientes no podrán pagar sus adeudos, lo que ha hecho, después del niño ahogado, que las instituciones crediticias hayan ordenado a su personal que tenga más cuidado en la selección de clientes. Los altos intereses que se cobran por el uso de tarjetas fueron la causa de que, una vez más, la banca nacional diera facilidades a la clientela para obtener las tarjetas de crédito.
Viendo los apuros del país vecino para salir del mal económico menos mal librado, uno se entera que la propuesta del presidente Bush de que la reserva federal desembolse la suma de setecientos mil millones de dólares para aliviar la situación, ha sido rechazada por los legisladores y por el público mismo que se opone a que con tanto dinero “de los contribuyentes” se alivie la situación de los banqueros. La cosa no parece ser así, los bancos están quebrados porque no tienen dinero para responder a sus clientes.
De todas maneras, el hecho de que Bush haya hecho la propuesta y que el Congreso por ahora esté dispuesto a rechazarla nos hace recordar que hace pocos años pasó algo similar en México, que el presidente pidió prestado y que, mediante el Fobaproa, ese dinero sirviera para beneficiar a clientes poderosos e influyentes... cargándole la deuda al pueblo mexicano. Y no fue poco, fueron setenta mil millones de dólares. Las protestas de la oposición no fueron tomadas en cuenta, pero tan injusta conducta sirvió para que López Obrador consiguiera en las elecciones un alto porcentaje de votos, la mayoría, según él y el PRD.
Cambiemos de tema para celebrar que el gobierno del Estado, tardíamente, ha hecho un reconocimiento al grupo de personas que hace años se empeñaron en dar a algunas facultades de la Universidad Veracruzana asentadas aquí, un techo, un edificio decoroso para impartir la enseñanza. En El Mundo de ayer apareció la foto de aquellos ciudadanos que de buena voluntad hicieron, mediante sorteos, lo que la UV no se encargó de realizar.
Por otra parte, se inauguraron anoche en Orizaba las nuevas instalaciones de la librería Interior (que cuenta con otras en Fortín y Córdoba); un servicio a la cultura regional, un gran esfuerzo por dotar a las comunidades de un negocio más noble que mercantil. En las invitaciones al acto, se incluye un breve comentario de Albert Einstein: “Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad, para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber”.
Por su parte el secretario de Hacienda ha venido dando versiones contradictorias; a veces pinta negro nuestro futuro y luego asegura que no lo es tanto; afirmó que tendremos bajos ingresos en lo que nos mandan los mexicanos que laboran en los Estados Unidos, en las exportaciones y en el turismo. El director del Bando de México, Guillermo Ortiz, ha asegurado que no se pude prever lo que nos va a pasar (pues, digo yo, la economía es como los ciclones, que nadie sabe cómo se comportará en el futuro. La opinión del señor Ortiz es la más razonable.
Hay que esperar lo peor y tomar las debidas providencias, tales como: limitarnos en los gastos personales y familiares, comportándonos con austeridad; defender nuestro trabajo, si es que por fortuna lo tenemos y dedicarle una mayor atención a nuestras ocupaciones.
En la actualidad el uso excesivo que hacemos los mexicanos de las tarjetas de crédito nos ha causado un gran perjuicio; a los bancos también, que hoy tienen una cartera vencida muy voluminosa y algunos clientes no podrán pagar sus adeudos, lo que ha hecho, después del niño ahogado, que las instituciones crediticias hayan ordenado a su personal que tenga más cuidado en la selección de clientes. Los altos intereses que se cobran por el uso de tarjetas fueron la causa de que, una vez más, la banca nacional diera facilidades a la clientela para obtener las tarjetas de crédito.
Viendo los apuros del país vecino para salir del mal económico menos mal librado, uno se entera que la propuesta del presidente Bush de que la reserva federal desembolse la suma de setecientos mil millones de dólares para aliviar la situación, ha sido rechazada por los legisladores y por el público mismo que se opone a que con tanto dinero “de los contribuyentes” se alivie la situación de los banqueros. La cosa no parece ser así, los bancos están quebrados porque no tienen dinero para responder a sus clientes.
De todas maneras, el hecho de que Bush haya hecho la propuesta y que el Congreso por ahora esté dispuesto a rechazarla nos hace recordar que hace pocos años pasó algo similar en México, que el presidente pidió prestado y que, mediante el Fobaproa, ese dinero sirviera para beneficiar a clientes poderosos e influyentes... cargándole la deuda al pueblo mexicano. Y no fue poco, fueron setenta mil millones de dólares. Las protestas de la oposición no fueron tomadas en cuenta, pero tan injusta conducta sirvió para que López Obrador consiguiera en las elecciones un alto porcentaje de votos, la mayoría, según él y el PRD.
Cambiemos de tema para celebrar que el gobierno del Estado, tardíamente, ha hecho un reconocimiento al grupo de personas que hace años se empeñaron en dar a algunas facultades de la Universidad Veracruzana asentadas aquí, un techo, un edificio decoroso para impartir la enseñanza. En El Mundo de ayer apareció la foto de aquellos ciudadanos que de buena voluntad hicieron, mediante sorteos, lo que la UV no se encargó de realizar.
Por otra parte, se inauguraron anoche en Orizaba las nuevas instalaciones de la librería Interior (que cuenta con otras en Fortín y Córdoba); un servicio a la cultura regional, un gran esfuerzo por dotar a las comunidades de un negocio más noble que mercantil. En las invitaciones al acto, se incluye un breve comentario de Albert Einstein: “Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad, para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber”.
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