domingo, 7 de septiembre de 2008

Breviario de Literatura persa


Literatura

La literatura persa se manifestó sucesivamente en cuatro lenguas diferentes: el persa primitivo, el zendo, el pahlavi y el persa moderno. El primero coincidió con la época aqueménida (ss. VII-VI a C), y de él sólo se conservan algunas inscripciones cuneiformes en arcilla o piedra. El zendo es un tipo de escritura religiosa que abarca varios dialectos y épocas, y en la que están transcritos los textos del mazdeísmo y de la reforma de Zaratustra: los Gathas o himnos, el Avesta, libro sagrado de los parsis, y el Videvdat o ley contra los malos espíritus. A partir del s. III el pahlavi devino lengua oficial del estado y de la iglesia. De hecho, esta lengua designa tanto al dialecto de los partos como al empleado por los soberanos sasánidas. Se transcribía en un alfabeto de origen semínico y solía aparecer en las inscripciones con la traducción al griego.
Es a partir del período Sasánida cuando aparece propiamente una literatura, en general religiosa y con tono didáctico. Destaca en Bundahišm («Creación original»), cosmogonía del mundo indoiraní, y la crónica Libro de los reyes. De la misma época son los textos del reformador Manes, fundador del maniqueísmo. El clasicismo literario persa coincide con la islamización (ss. X-XV). Los primeros poemas en persa moderno eran del género casida o panegírico, de origen árabe. El maestro de este género cortesano fue Rudaki, pero todos los soberanos se rodearon de una pléyade de poetas. Los soberanos mongoles prefirieron el Gazal, cortas poesías líricas. El Masnavi se decantaba por largos poemas narrativos, en tres géneros: la epopeya nacional, cultivada por el célebre Firdusi, largamente imitado; la novela en verso, cuyo mejor autor fue Nizami; y la epopeya mística, donde se expresaba el sufismo, que alcanzó su mayor hondura filosófica con Rumi. Pero el mayor poeta persa de todos los tiempos fue Umar Jayyam, muerto en 1122.
En sus comienzos, la prosa se limitó a la ciencia y a la historia, además de a la religión. Más tardías (s. XI) son las obras de política y moral dedicadas a los soberanos (se debe citar al erudito Avicena, quien residió diversos años en Irán). En el s. XII se desarrolló la prosa profana, en la tradición árabe. La instauración del chiísmo provocó la huida de muchos intelectuales, quienes encontraron asilo en la India. Los avatares políticos de los ss. XIX y XX no han permitido una recuperación del ambiente cultural en Irán.

No hay comentarios: