Con acciones multidisciplinarias, el colectivo busca recordar el ambiente festivo que primó
Teatro Ojo revive la memoria y evoca cada paso del movimiento estudiantil de 1968
■ En sitios emblemáticos, invitan a los transeúntes a acercarse en tiempo y espacio a los sucesos
Carlos Paul
Ampliar la imagen El primero de septiembre, en la calle de Donceles, y como parte del proyecto transdisciplinario ¡No?, se intervendrán libros relacionados con el movimiento estudiantil de 1968; después de apilarán y se regalarán a los asistentes. Así, las actividades continuarán hasta el 12 de octubre, en el Estadio México 68. Arriba, integrantes del colectivo en plena actividad en el Zócalo Foto: Iyari Tirado
¿Detesta las injusticias pero prefiere permanecer en silencio?; ¿desearía, si no puede dejar de existir, limitarse a dormir por siempre?; ¿cree que para nacer hay que destruir un mundo?; ¿se halla drásticamente seguro de que ir de misionero a Chiapas es la única manera de salvar su alma?; ¿cree que es libre?; ¿ha conocido la libertad?; ¿advierte en Enrique Guzmán un símbolo genuino de rebeldía?
Aún más: ¿le gusta vivir en México?; ¿cuando dicen que ‘como México no hay dos’ suele agregar ‘por fortuna’?; ¿fue a bailar alguna vez al News Divine?; ¿confía sólo en aquellas causas acompañadas por tres manifestaciones semanales?; ¿designa como la momisa a los nacidos en los años 60?; ¿cree sólidamente que ‘al indio hay que darle la razón, aunque no la tenga’?; ¿asocia la palabra granadero con la idea de hospital?; ¿qué le indigna?; ¿qué le alegra?
Tales fueron algunas de las preguntas que se hicieron a los transeúntes el pasado miércoles en el Zócalo, como parte del proyecto transdisciplinario ¡No?
A 40 años del movimiento estudiantil de 1968, la agrupación Teatro Ojo lleva a cabo dicho proyecto, que consiste en 10 acciones que conjugan el arte escénico, la fotografía, el video y la instalación en los sitios más emblemáticos donde se manifestó el movimiento, como el Zócalo; la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco; Ciudad Universitaria; la cárcel de Lecumberri, hoy Archivo General de la Nación, y la Zona Rosa.
La idea no es sólo rememorar la matanza del 2 de octubre, sino todo lo que representó ese movimiento, pues, “hoy día hay personas a las que les resulta indiferente ese hecho histórico, y también hay jóvenes que ni siquiera conocen lo que aconteció.
“Por ello es importante plantear diversos referentes para despertar el interés y provocar un acercamiento más estrecho sobre lo acontecido.
“Creemos que el movimiento de 1968 se ha ido petrificando por diversas razones, entre ellas por el silencio del Estado y por la ineficacia o falta de justicia; pero también desde el discurso de la víctima, que de alguna manera petrifica esa memoria. Cuando ponemos los ojos sobre la represión volvemos protagonistas a los represores y no a los que sacudieron a la sociedad.
“Es más que importante recordar que hubo muchos muertos, y luchar por que se haga justicia. Sin embargo, nuestro afán es refrescar de manera festiva y alternativa –como lo fue el propio movimiento del 68– la visión que se tiene al respecto, mediante el arte escénico”, comentó Héctor Bourgues, quien encabeza el proyecto.
Auspiciado por el Centro Cultural Universitario Tlatelolco, de la Universidad Nacional Autónoma de México, la primera acción se realizó el pasado miércoles 27, en el Zócalo, con el título Cada generación quiere su 68.
Ese día, hace 40 años, se realizó una de las más grandes marchas del movimiento, y se decidió quedarse en plantón, a lo que el gobierno respondió con tanquetas militares.
La acción de Teatro Ojo, con duración de cuatro horas, consistió en hacer pintas en el piso y aplicar un cuestionario a los transeúntes, mientras en una carpa se proyectaba aquel acontecimiento, con lecturas de testimonios recientes y de la época como fondo sonoro.
Personas de diferentes edades dieron su opinión y testimonio. Algunos empezaron a hablar del 68 y de ahí saltaban a 2008, y terminaban con la privatización de Pemex.
Esta misma acción será la séptima; se repetirá el sábado 27 de septiembre, de 14 a 18 horas, en la Glorieta del Metro Insurgentes.
La segunda acción, titulada Hasta donde estemos obligados a llegar, llegaremos, frase del entonces presidente de la República, Gustavo Díaz Ordaz, se realizará este primero de septiembre a partir de las 10 horas, en la calle de Donceles, frente a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. En las librerías de viejo se comprarán textos relacionados con el movimiento estudiantil. Los volúmenes serán intervenidos y se apilarán frente al recinto. De ahí se caminará hacia la Plaza de las Tres Culturas; durante el trayecto se regalarán algunos ejemplares.
La tercera acción, Mural efímero, se realizará el 8 de septiembre, de 10 a 17 horas, en el costado norte de Rectoría, en Ciudad Universitaria. Ahí se evocará dicho mural a partir de obras de Abel Quezada.
Para la acción cuatro, titulada Silencio, se usarán microbuses de la Ruta 2, que corre del Auditorio Nacional al Zócalo, recorrido que siguió la Marcha del Silencio. Será una acción sonora que se realizará el 12 de septiembre, de 14 a 18 horas. Los pasajeros escucharán partes de discursos y marchas, además de lo que se trasmitía en la radio en 1968.
La actividad cinco, Y nos levantaremos cuando se nos de la gana..., será el 18 de septiembre, de 10 a 14 horas, en las islas de Ciudad Universitaria, a un costado de la Facultad de Filosofía y Letras. Globos de helio se elevarán y a cierta altura explotarán; en lugar de volantes se esparcirán imágenes y testimonios que han aparecido durante estos 40 años, “a manera de rompecabezas imposible”.
Tlatelolco, Lecumberri, Estadio de CU
La acción seis será Olvidemos el 68, pero no su estilo. En algunos escaparates de negocios abandonados de la Zona Rosa se exhibirán modelos con ropa estampada con imágenes de la represión, como en la que aparecen algunos estudiantes contra una pared del edificio Chihuahua, en Tlatelolco; además, “la gente se podrá llevar camisetas”. Será el 22 de septiembre, todo el día, en la calle de Génova.
Un día después del 2 de octubre se llevará a cabo V. Será una acción más íntima, pues se realizará una especie de instalación escénica dentro de un departamento del edificio Chihuahua.
“Lo que nos interesa es lo que quedó encerrado ahí, en ese espacio doméstico, un día después de la matanza.” Se realizará el viernes 3 de octubre, todo el día.
Acción nueve: Esa “C” esa “M”. El 8 de octubre (horario por confirmar), en el patio central del Archivo General de la Nación, antes cárcel de Lecumberri, se expondrán fotografías en gran formato de presos y del Campo Militar número uno. Imágenes que permanecen archivadas en ese mismo recinto. La muestra irá acompañada de una inclusión sonora.
Las actividades concluirán con Pienso, luego me rebelo. Ésta se realizará en el Estadio México 68, durante el partido de futbol entre Pumas y Cruz Azul que se llevará a cabo el 12 de octubre, a las 12 horas. En esa fecha, hace 40 años, se inauguraron los Juegos Olímpicos en nuestro país, en ese mismo estadio. “La idea es trabajar con la dinámica de la porra, lanzar consignas o presentar imágenes.”
Integran Teatro Ojo Gabrielle Rapp, Patricio Villareal, Laura Furlan, Sheila Flores, Jorge Pérez Escamilla, Kerygma Flores, Emanuel Bourgues y Pablo Rapp.
“A 40 años del movimiento estudiantil de 1968 no se puede claudicar, se debe seguir en busca de justicia, pero también librar las batallas que hoy día afectan al país”, concluyó Héctor Bourgues.
Teatro Ojo revive la memoria y evoca cada paso del movimiento estudiantil de 1968
■ En sitios emblemáticos, invitan a los transeúntes a acercarse en tiempo y espacio a los sucesos
Carlos Paul
Ampliar la imagen El primero de septiembre, en la calle de Donceles, y como parte del proyecto transdisciplinario ¡No?, se intervendrán libros relacionados con el movimiento estudiantil de 1968; después de apilarán y se regalarán a los asistentes. Así, las actividades continuarán hasta el 12 de octubre, en el Estadio México 68. Arriba, integrantes del colectivo en plena actividad en el Zócalo Foto: Iyari Tirado
¿Detesta las injusticias pero prefiere permanecer en silencio?; ¿desearía, si no puede dejar de existir, limitarse a dormir por siempre?; ¿cree que para nacer hay que destruir un mundo?; ¿se halla drásticamente seguro de que ir de misionero a Chiapas es la única manera de salvar su alma?; ¿cree que es libre?; ¿ha conocido la libertad?; ¿advierte en Enrique Guzmán un símbolo genuino de rebeldía?
Aún más: ¿le gusta vivir en México?; ¿cuando dicen que ‘como México no hay dos’ suele agregar ‘por fortuna’?; ¿fue a bailar alguna vez al News Divine?; ¿confía sólo en aquellas causas acompañadas por tres manifestaciones semanales?; ¿designa como la momisa a los nacidos en los años 60?; ¿cree sólidamente que ‘al indio hay que darle la razón, aunque no la tenga’?; ¿asocia la palabra granadero con la idea de hospital?; ¿qué le indigna?; ¿qué le alegra?
Tales fueron algunas de las preguntas que se hicieron a los transeúntes el pasado miércoles en el Zócalo, como parte del proyecto transdisciplinario ¡No?
A 40 años del movimiento estudiantil de 1968, la agrupación Teatro Ojo lleva a cabo dicho proyecto, que consiste en 10 acciones que conjugan el arte escénico, la fotografía, el video y la instalación en los sitios más emblemáticos donde se manifestó el movimiento, como el Zócalo; la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco; Ciudad Universitaria; la cárcel de Lecumberri, hoy Archivo General de la Nación, y la Zona Rosa.
La idea no es sólo rememorar la matanza del 2 de octubre, sino todo lo que representó ese movimiento, pues, “hoy día hay personas a las que les resulta indiferente ese hecho histórico, y también hay jóvenes que ni siquiera conocen lo que aconteció.
“Por ello es importante plantear diversos referentes para despertar el interés y provocar un acercamiento más estrecho sobre lo acontecido.
“Creemos que el movimiento de 1968 se ha ido petrificando por diversas razones, entre ellas por el silencio del Estado y por la ineficacia o falta de justicia; pero también desde el discurso de la víctima, que de alguna manera petrifica esa memoria. Cuando ponemos los ojos sobre la represión volvemos protagonistas a los represores y no a los que sacudieron a la sociedad.
“Es más que importante recordar que hubo muchos muertos, y luchar por que se haga justicia. Sin embargo, nuestro afán es refrescar de manera festiva y alternativa –como lo fue el propio movimiento del 68– la visión que se tiene al respecto, mediante el arte escénico”, comentó Héctor Bourgues, quien encabeza el proyecto.
Auspiciado por el Centro Cultural Universitario Tlatelolco, de la Universidad Nacional Autónoma de México, la primera acción se realizó el pasado miércoles 27, en el Zócalo, con el título Cada generación quiere su 68.
Ese día, hace 40 años, se realizó una de las más grandes marchas del movimiento, y se decidió quedarse en plantón, a lo que el gobierno respondió con tanquetas militares.
La acción de Teatro Ojo, con duración de cuatro horas, consistió en hacer pintas en el piso y aplicar un cuestionario a los transeúntes, mientras en una carpa se proyectaba aquel acontecimiento, con lecturas de testimonios recientes y de la época como fondo sonoro.
Personas de diferentes edades dieron su opinión y testimonio. Algunos empezaron a hablar del 68 y de ahí saltaban a 2008, y terminaban con la privatización de Pemex.
Esta misma acción será la séptima; se repetirá el sábado 27 de septiembre, de 14 a 18 horas, en la Glorieta del Metro Insurgentes.
La segunda acción, titulada Hasta donde estemos obligados a llegar, llegaremos, frase del entonces presidente de la República, Gustavo Díaz Ordaz, se realizará este primero de septiembre a partir de las 10 horas, en la calle de Donceles, frente a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. En las librerías de viejo se comprarán textos relacionados con el movimiento estudiantil. Los volúmenes serán intervenidos y se apilarán frente al recinto. De ahí se caminará hacia la Plaza de las Tres Culturas; durante el trayecto se regalarán algunos ejemplares.
La tercera acción, Mural efímero, se realizará el 8 de septiembre, de 10 a 17 horas, en el costado norte de Rectoría, en Ciudad Universitaria. Ahí se evocará dicho mural a partir de obras de Abel Quezada.
Para la acción cuatro, titulada Silencio, se usarán microbuses de la Ruta 2, que corre del Auditorio Nacional al Zócalo, recorrido que siguió la Marcha del Silencio. Será una acción sonora que se realizará el 12 de septiembre, de 14 a 18 horas. Los pasajeros escucharán partes de discursos y marchas, además de lo que se trasmitía en la radio en 1968.
La actividad cinco, Y nos levantaremos cuando se nos de la gana..., será el 18 de septiembre, de 10 a 14 horas, en las islas de Ciudad Universitaria, a un costado de la Facultad de Filosofía y Letras. Globos de helio se elevarán y a cierta altura explotarán; en lugar de volantes se esparcirán imágenes y testimonios que han aparecido durante estos 40 años, “a manera de rompecabezas imposible”.
Tlatelolco, Lecumberri, Estadio de CU
La acción seis será Olvidemos el 68, pero no su estilo. En algunos escaparates de negocios abandonados de la Zona Rosa se exhibirán modelos con ropa estampada con imágenes de la represión, como en la que aparecen algunos estudiantes contra una pared del edificio Chihuahua, en Tlatelolco; además, “la gente se podrá llevar camisetas”. Será el 22 de septiembre, todo el día, en la calle de Génova.
Un día después del 2 de octubre se llevará a cabo V. Será una acción más íntima, pues se realizará una especie de instalación escénica dentro de un departamento del edificio Chihuahua.
“Lo que nos interesa es lo que quedó encerrado ahí, en ese espacio doméstico, un día después de la matanza.” Se realizará el viernes 3 de octubre, todo el día.
Acción nueve: Esa “C” esa “M”. El 8 de octubre (horario por confirmar), en el patio central del Archivo General de la Nación, antes cárcel de Lecumberri, se expondrán fotografías en gran formato de presos y del Campo Militar número uno. Imágenes que permanecen archivadas en ese mismo recinto. La muestra irá acompañada de una inclusión sonora.
Las actividades concluirán con Pienso, luego me rebelo. Ésta se realizará en el Estadio México 68, durante el partido de futbol entre Pumas y Cruz Azul que se llevará a cabo el 12 de octubre, a las 12 horas. En esa fecha, hace 40 años, se inauguraron los Juegos Olímpicos en nuestro país, en ese mismo estadio. “La idea es trabajar con la dinámica de la porra, lanzar consignas o presentar imágenes.”
Integran Teatro Ojo Gabrielle Rapp, Patricio Villareal, Laura Furlan, Sheila Flores, Jorge Pérez Escamilla, Kerygma Flores, Emanuel Bourgues y Pablo Rapp.
“A 40 años del movimiento estudiantil de 1968 no se puede claudicar, se debe seguir en busca de justicia, pero también librar las batallas que hoy día afectan al país”, concluyó Héctor Bourgues.
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